La edil nacionalista repasó los principales artículos de la norma, que obliga a instituciones públicas y privadas, especialmente del ámbito educativo y de la salud, a realizar actividades de información y capacitación sobre el suicidio, así como a los medios de comunicación a difundir recursos de ayuda y atención. También se promueve la instalación de servicios de asistencia telefónica en zonas de alta ocurrencia de casos.

Cifras alarmantes en el país y en el departamento

Apoyándose en datos de la Organización Mundial de la Salud, de Oliveira recordó que en el mundo una persona se suicida cada 40 segundos, sumando unas 800.000 muertes anuales. El suicidio es, además, la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, superada solo por los accidentes de tránsito.

En el caso de Uruguay, advirtió que las cifras han ido en aumento. Mientras en 2013 se registraron 555 suicidios, en 2023 la cifra ascendió a 754, lo que ubica al país entre los de mayor índice de suicidios en la región. Ese año, en el departamento de Durazno se contabilizaron 20 suicidios: 2 mujeres y 18 hombres.

“Veinte familias quedaron destrozadas, descolocadas y con muchas interrogantes. Es una situación donde no hay retorno”, expresó conmovida la edil. Reafirmó que el suicidio puede prevenirse, pero que para ello es fundamental hablar del tema sin tabúes y reconocer las señales de alerta que muchas personas manifiestan sin ser escuchadas.

La importancia de una sociedad empática y presente

De Oliveira subrayó la necesidad de formar ciudadanos y funcionarios capaces de detectar estas señales y brindar acompañamiento. “Hablar alivia el dolor. El acompañamiento puede evitar tragedias”, sostuvo, destacando que las respuestas emocionales ante situaciones de crisis varían según la personalidad, edad y condiciones personales de cada individuo.

En un cierre poético y profundamente humano, la edil apeló a la sensibilidad de los presentes para convertirse en “gente necesaria”, personas capaces de transmitir consuelo, alegría, compañía y esperanza. “Uno se va de novio con la vida, desterrando la muerte solitaria, pues sabe que a la vuelta de la esquina hay gente que es así, tan necesaria”, concluyó, invitando a que los ediles asuman un rol activo y empático en esta causa.