La vida, legado y canciones Victor Jara
Cómo en cada viernes, hoy repasamos la vida y obra de un artista que marcó el género folclórico y dejó un legado en nuestro continente sudamericano. Es el turno de Víctor Jara. Fue mucho más que un músico, fue un símbolo de lucha, esperanza y resistencia en América Latina. Su arte y activismo dejaron una huella imborrable no solo en Chile, su país natal, sino en todo el continente. Con una guitarra en mano y la voz del pueblo en su canto, Víctor Jara se convirtió en una figura fundamental de la Nueva Canción Chilena, un movimiento musical y social que unió la tradición folclórica con la protesta social.

Una vida marcada por la lucha
Nacido el 28 de septiembre de 1932 en Lonquén, en una familia campesina, Víctor Jara vivió de cerca las dificultades del campo chileno. Tras la muerte de su madre, quien fue su primera influencia musical, Jara ingresó al seminario, pero luego lo abandonó para seguir su verdadera pasión: el arte.
Estudió actuación y dirección teatral en la Universidad de Chile, destacándose en el mundo del teatro antes de dedicarse de lleno a la música. Su carrera despegó en los años 60, cuando se integró al movimiento de la Nueva Canción Chilena, al lado de artistas como Violeta Parra e Inti-Illimani. A través de sus canciones, Jara denunció la injusticia, cantó al amor y se comprometió con las causas sociales y políticas, especialmente con el gobierno de la Unidad Popular liderado por Salvador Allende.
Tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, Víctor Jara fue detenido, torturado y brutalmente asesinado en el Estadio Chile, hoy rebautizado como Estadio Víctor Jara. Su muerte a los 40 años lo convirtió en mártir de la canción comprometida y en una leyenda de la música latinoamericana.
Las canciones más emblemáticas de Víctor Jara
1. "Te recuerdo Amanda"
Una de sus canciones más conocidas y emotivas. Es una historia de amor y dolor entre dos obreros, Amanda y Manuel, que se convierte en símbolo del sacrificio y la dignidad de los trabajadores.
2. "El derecho de vivir en paz"
Esta canción es un grito contra la guerra y a favor de los derechos humanos, dedicada inicialmente al pueblo vietnamita y a Ho Chi Minh. Hoy es un himno internacional de la lucha por la justicia.
3. "Plegaria a un labrador"
Con fuerza casi litúrgica, esta canción es un llamado a la conciencia del campesino para que se levante contra la opresión y defienda su tierra y su dignidad.
4. "Manifiesto"
Una especie de testamento artístico donde Jara declara su misión como cantor del pueblo. La canción resume su compromiso con la verdad y la justicia.
5. "Ni chicha ni limoná"
Con un tono irónico y festivo, critica la indiferencia y la falta de compromiso político de ciertos sectores de la sociedad.
Dejó un legado que trasciende el tiempo
Más de cinco décadas después de su muerte, la figura de Víctor Jara sigue viva en las calles, en las luchas sociales, y en cada joven que levanta su voz por un mundo más justo. Su música sigue siendo cantada, versionada y estudiada. Su vida inspira a artistas, activistas y soñadores en todo el mundo.
Como escribió en uno de sus versos más recordados: “Canto que ha sido valiente, siempre será canción nueva”. Víctor Jara sigue siendo esa canción nueva que se niega a morir.
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