La masa salarial marca un nuevo récord.

El mercado de trabajo que consolidó una interesante expansión, aunque no exenta de algunas debilidades.

Dic 20, 2023 - 11:06
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La masa salarial marca un nuevo récord.

El mercado de trabajo en Uruguay se ha mantenido con buena dinámica en los últimos meses, a pesar de un cierto aumento de la tasa de desempleo, que va de la mano con el aumento en la cantidad de gente que se vuelca al mercado de trabajo. Tomando los datos del trimestre setiembre-noviembre y comparando con el mismo período del año pasado, hay 52.500 personas más en el mercado de trabajo, según la estimación del INE (Instituto Nacional de Estadística). Esto deriva de un aumento en la Tasa de Actividad (el porcentaje de personas en actividad respecto al total de personas de más de 14 años, es decir, en edad de trabajar); dicha tasa pasó de 61,8% a 63,9%, un aumento de más de dos puntos.

La mayor parte de esos nuevos trabajadores en el mercado consiguió empleo: la Tasa de Empleo (porcentaje de empleados respecto a las personas en edad de trabajar) pasó de 56,8% a 58,5%. De manera que la cantidad de trabajadores ocupados aumentó en casi 39.000, alcanzando 1.710.800 trabajadores en noviembre. El resto de los trabajadores que se ha volcado al mercado no ha encontrado empleo, de manera que la Tasa de Desempleo (porcentaje de desocupados respecto al total de trabajadores en actividad) en el período analizado pasó de 8,0% a 8,5%, registrándose hoy casi 154.900 desempleados.

Dicho de otra forma, el empleo crece más que el desempleo, en un mercado de trabajo que ha consolidado una interesante expansión, aunque no exenta de algunas debilidades: por un lado, hubo un aumento en la informalidad, que después de haber tocado mínimos históricos en torno al 20%, ahora se ha elevado a algo más de 22%. Esto sugiere que parte del empleo creado es informal.

Por otro lado, en las circunstancias económicas del Uruguay -una economía pequeña y siempre expuesta a los vaivenes regionales y globales- nunca es momento de cantar victoria: si bien los datos generales del mercado de trabajo son auspiciosos, hay sectores como el comercio que han sido especialmente golpeados por la crisis en Argentina y la consecuente diferencia cambiaria, al tiempo que enfrentan los profundos cambios en las modalidades de comercialización y el impacto de las tecnologías de información y el e-commerce, entre otros ejemplos.

Empleo y salario

El aumento en el empleo comenzó ya en la salida de la pandemia mientras el salario aún demoraba en recuperarse después de la baja del año 2020, una baja que -en parte- fue consensuada con los actores sindicales y sociales. Ya en el segundo semestre del año pasado y particularmente a lo largo de este año, el salario real está protagonizando una recuperación y -en los últimos meses- un aumento neto respecto a los niveles pre pandemia. De hecho, el salario real está marcando niveles récord, marcando máximos de casi 50 años: Hay que remitirse a comienzos de los años 70 para ver niveles del salario real promedio similares.

Aumentos simultáneos del empleo y del salario implican un aumento importante de la denominada Masa Salarial, es decir el monto global de los ingresos salariales en la economía. En términos sencillos, es el producto de la cantidad de puestos de trabajo y del nivel salarial real promedio de los mismos. En la gráfica adjunta se muestra la evolución de este indicador al tercer trimestre de cada año, considerando exclusivamente la evolución del salario y la tasa de empleo, es decir dejando de lado variaciones en la población que - como ha mostrado los datos del último censo- ha aumentado muy poco en los últimos años en el Uruguay.

Según los datos (basados en cifras de INE), la masa salarial está en un máximo de varias décadas y 3% por encima de los recientes máximos que ocurrieron a mediados de la década pasada.

Este aumento en la masa salarial se está dando a pesar de que la economía está con muy escaso crecimiento este año, consecuencia de la sequía, la baja en los precios de exportación y en la demanda en algunos rubros importantes, y el impacto en el consumo interno por la diferencia cambiaria con Argentina. De tal manera que la relación entre la masa salarial y el PIB -un indicador relevante al momento de evaluar cómo el crecimiento económico se distribuye entre los trabajadores- ha subido a niveles similares a los que se registraban en los años pre pandemia.

En los próximos meses la economía enfrentará algunos desafíos importantes. Se espera que en 2024 haya una recuperación del PIB, en la medida que los impactos de la sequía van quedando atrás y se recompone el sector exportador.

También hay expectativa acerca de la evolución de un sector relevante para el empleo, como es la construcción. Ya culminadas las obras vinculadas a UPM 2 y sus proyectos colaterales, el sector de la construcción ha logrado sostener el empleo con inversión en vivienda e infraestructura, con importante inversión pública. Aun así no se compensa totalmente lo generado por los grandes proyectos. Se espera que se sumen algunas iniciativas importantes (como el proyecto Arazatí) y otras obras, que podrían generar más puestos de trabajo.

Por otra parte, se espera que los cambios en la política económica argentina que impulsa el nuevo gobierno de Javier Milei reduzcan la brecha de precios con el país vecino y -por lo tanto- el consumo que se ha volcado a Argentina de manera intensa en los últimos meses “vuelva” (al menos en parte) al mercado local, reteniéndose más en la economía doméstica. Esto podría tener un efecto positivo en el empleo, en particular en sectores que se han visto muy afectados por el aumento del gasto en Argentina, como el comercio (en especial en el litoral), gastronomía y varios sectores de servicios.

Claro que la situación en Argentina, con una casi segura recesión y caída de los ingresos reales, puede afectar de manera significativa al sector turístico. Hay expectativas de que, de todas formas, la temporada sea aceptable e incluso mejore respecto al año pasado, pero casi con seguridad no será un verano con turismo masivo desde Argentina. También hay que seguir de cerca la propia tendencia de turismo de los uruguayos, que -hoy por hoy- son los de mayor ingreso per cápita de las Américas, luego de Estados Unidos y Canadá Esto hace que el gasto de los uruguayos en turismo en el exterior haya llegado a niveles récord en los últimos trimestres y la próxima temporada no debería ser una excepción.

Finalmente, en el trasfondo de todo esto está la incógnita acerca de sí la propia competitividad de la economía (su productividad, inserción internacional, inversión) logra sostener estos altos niveles de empleo, salario y masa salarial. La situación es buena, la historia sigue.

Ámbito.

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