Gaza atraviesa un nivel de destrucción sin igual en el mundo: mirá el antes y el después
El 60% de los edificios de la localidad palestina fueron dañados desde la contraofensiva israelí, según análisis de imágenes satelitales.
A un año de la contraofensiva israelí en represalia al ingreso de Hamás en su territorio, la Franja de Gaza es un territorio devastado y su reconstrucción parece un imposible, aunque todavía hay quienes sueñan con lograrlo.
Los análisis de imágenes de satélite de los investigadores estadounidenses Corey Scher y Jamon Van Den Hoek —obtenidas en setiembre pasado— revelan que un 58,7% de los edificios de Gaza estaban dañados o destruidos, es decir casi 169.000 inmuebles.
Las destrucciones más importantes tuvieron lugar en los primeros dos o tres meses de conflicto. Sin embargo, en el último año el ejército israelí ha bombardeado implacablemente este pequeño territorio de 365 km2 y densamente poblado.
Esta campaña militar ha causado más de 41.400 muertos en la Franja de Gaza, según los datos del Ministerio de Salud de este territorio gobernado por Hamás, que la ONU considera fiables.
El ataque del movimiento islamista contra Israel del 7 de octubre mató a 1.205 personas, en su mayoría civiles, según un balance de AFP en base a datos oficiales israelíes que incluye a rehenes muertos durante su cautiverio en Gaza.
En el norte de la Franja, en Ciudad de Gaza, que contaba con 600.000 habitantes antes de la guerra, casi tres cuartos de los edificios se vieron alcanzados (73,9%).
En Rafah, en el extremo sur tocando la frontera egipcia, casi la mitad de los inmuebles (46,3%) están dañados o destruidos. En abril, antes de que las tropas israelíes entraran en la ciudad a principios de mayo, el nivel de destrucción era del 33,9%.
En las zonas que lindan con Israel, la devastación es casi total, asegura Amnistía Internacional. Según esta oenegé, en 58 km2 fronterizos, más del 90% de los edificios parecían haber quedado “destruidos o gravemente dañados” entre octubre de 2023 y mayo de 2024.
Hospitales, escuelas, campos, carreteras
Los hospitales han sido a menudo blanco del ejército israelí, que acusa a Hamás de usarlos como refugio o centros de mando.
Las operaciones israelíes contra el hospital Al Shifa, el más grande de la Franja, lo ha reducido a “una cáscara vacía con tumbas”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A 20 de agosto, solo 16 de los 36 hospitales del territorio estaban operativos “parcialmente”, afirma la OMS
Respecto a los lugares de culto, combinando datos de Unosat y de OpenStreetMap, se infiere que un 70% de las mezquitas resultaron dañadas o destruidas.
Los edificios escolares, que sirven de refugios para desplazados y sobre los que ondea la bandera azul de la ONU, también han salido mal parados de la guerra.
Como en el caso de los hospitales, Israel acusa a Hamás de usar las escuelas para esconder a sus combatientes.
Unicef contabiliza que, al 6 de julio, al menos 477 escuelas sufrieron daños, lo que representa casi el 85% de los 564 centros del territorio. De ellas, 133 resultaron dañadas y 344 recibieron impactos directos.
En setiembre, el fondo mundial de la ONU para la educación en situaciones de urgencia alertó de un sistema educativo “diezmado” con casi el 90% de los edificios escolares “dañados o destruidos".
Según imágenes del centro satelital de la ONU, a 27 de agosto un 68% de la superficie agrícola de Gaza (unos 102 km2) estaba dañada. En la gobernación de Gaza Norte, el porcentaje se eleva al 78%, y en Rafah se sitúa en un 57%.
La destrucción de bienes agrícolas (que también incluye los sistemas de regadío, las granjas, los huertos, la maquinaria o los almacenes) es todavía más importante.
Un informe de la conferencia de Naciones Unidas sobre comercio y desarrollo publicado en septiembre establecía que entre el 80 y el 96% habían quedado “diezmados” a principios de 2024.
La red viaria cuenta con daños en un 68% de su extensión, con 1.190 km de carreteras destruidas, 415 km gravemente dañadas y 1.440 km dañados moderadamente, según un "análisis preliminar" de Unosat con datos del 18 de agosto.
“Es inimaginable el nivel de sufrimiento en Gaza, el nivel de muertos y de destrucción no tiene igual con lo que he podido ver desde que soy secretario general”, declaró en septiembre Antonio Guterres, al frente de la ONU desde 2017.
La reconstrucción imposible: la historia de Abu Sharia
La destrucción sin precedentes causada por la guerra más letal en la historia de Gaza hace difícil imaginar una futura reconstrucción. Algo de lo que Mohamed Abu Sharia es muy consciente.
Después de que un bombardeo israelí arrasara su casa en Ciudad de Gaza en 2014, este hombre de 37 años se propuso reconstruirlo y consiguió reinstalarse en el mismo lugar en menos de un año.
El proceso no fue perfecto: la subvención que recibió le alcanzó apenas para levantar dos pisos en vez de los cuatro de antes. Pero eran felices por volver a tener un hogar.
Sin embargo, en los primeros días de la ofensiva israelí en represalia al ataque de Hamás del 7 de octubre, un segundo bombardeo golpeó el edificio y sus consecuencias fueron mucho más devastadoras.
La familia no pudo escapar a tiempo y cinco miembros murieron, entre ellos cuatro niños. El resto siguen desplazados casi un año después, esparcidos por Gaza y el vecino Egipto.
“Pones todo el duro trabajo de una vida en construir una casa y de repente se convierte en un espejismo”, dice Abu Sharia a AFP.
“Si la guerra se detiene, la construiremos de nuevo en el mismo lugar porque no tenemos nada más”.
Pero mientras las bombas siguen cayendo sobre Gaza, Abu Sharia, como muchos de los 2,4 millones de habitantes del enclave palestino, se enfrentan al mismo problema: ¿cómo reunir los recursos y la energía necesarios para una nueva reconstrucción?
“El pesimismo responde a las malas experiencias con la reconstrucción en el pasado y la magnitud distinta de la destrucción actual”, afirma Ghasan Khatib, exministro de planificación palestino.
Eso no ha impedido que se empiecen a formular propuestas. Algunas se centran en desafíos inmediatos como la retirada de escombros y permitir el regreso de los niños a la escuela.
Otras abordan proyectos más ambiciosos como construir un puerto de aguas profundas, levantar una industria cinematográfica palestina o crear un equipo de fútbol competitivo a nivel global.
El debate está abierto para determinar las prioridades. Para muchos analistas, planificar a largo plazo es prematuro cuando todavía es incierto cómo, cuándo y en qué términos terminará la actual guerra.
Fuente: AFP
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