Brecha de género: el empleo femenino moderó su avance
En enero, la tasa entre los hombres fue 68%, mientras que en mujeres fue 51,5%, de acuerdo a datos del INE.

Los últimos datos del mercado de trabajo muestran que el empleo sigue exhibiendo una diferencia importante entre hombres y mujeres. Según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a enero de este año, la tasa de empleo en el hombre fue 68%, mientras que en mujeres fue 51,5%. En ambos casos hubo un aumento en los últimos años, pero fue mayor en hombres, tal como muestra el cuadro adjunto.
También hay diferencias en la tasa de desempleo, mayor en las mujeres (9,8% vs 6,6% en hombres). Además, hay diferencias en la calidad del empleo, con la tasa de subempleo en mujeres ubicada en 11,3%, superior al 7,1% en hombres. En cuanto a la informalidad, allí es algo mayor en hombres que en mujeres (21,9% vs 20,6%).
¿Hay un freno en la tendencia a una mayor equidad?
Cuando se observa la distancia que había unos 25 años atrás, es claro que hay avances: la diferencia entre el empleo masculino y femenino superaba 20 puntos en torno al cambio de siglo; hoy es de unos 15 puntos. La duda es si esto seguirá reduciéndose; lo que sucedió en los últimos 3 años genera dudas.
Muchos factores pueden estar explicando la situación. Un asunto importante es la formación, un punto en el cual el último censo 2023 aporta datos muy relevantes. Cuando se toma la población según nivel de formación, entre las personas que tienen educación media superior el 54% son mujeres y el 46% son hombres. En educación técnica hay un porcentaje algo mayor de hombres que de mujeres, pero la diferencia no es significativa. Finalmente, cuando analizamos a las personas con educación terciaria, las mujeres predominan con un 62% respecto a un 38% de los hombres.
Esto puede alentar a que en el futuro las tendencias hacia una equiparación del empleo sigan avanzando, pero no es una certeza; por el contrario, también puede estar confirmando el concepto del “techo de cristal”: a pesar de una mayor formación, a las mujeres les cuesta la inserción laboral más que a los hombres. Por supuesto, en un mundo del trabajo particularmente dinámico no todos los títulos universitarios tienen la misma demanda en el mercado laboral o la misma proyección, pero en los grandes números la inequidad es clara.
Fuente: Ámbito Uy
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