La historia de Santiago y Ámbar, la perra de asistencia que transformó su infancia y la vida de su familia

Santiago Álvarez, tiene 13 años y en 2017 recibió a Ámbar, una perra de asistencia donada por Fundapaz, que lo acompañó hasta los 9 años. La entrada La historia de Santiago y Ámbar, la perra de asistencia que transformó su infancia y la vida de su familia se publicó primero en Teledoce.com.

Oct 11, 2025 - 07:40
Oct 11, 2025 - 07:45
 0
La historia de Santiago y Ámbar, la perra de asistencia que transformó su infancia y la vida de su familia

Santiago Álvarez Santiago, de 13 años, fue diagnosoticado con Trastornos del Espectro Autista (TEA) en 2014. Cuando tenia 5 años recibió una perra de asistencia, de la fundación Fundappas, que lo ayudó a superar varios obstáculos.

"Los niños con TEA tienen intereses muy restringidos o intereses ocultos, que sí existen, pero tú no los ves. Una de las primeras cosas que nos permitió ver a Ámbar, era que Santiago estaba interesado en algo y que quería participar en aspectos de la cotidianeidad, que nosotros no los veíamos, porque como no estaba el lenguaje oral, no teníamos idea de eso. Lo segundo también fue bajar las tensiones a nivel familiar, de esto de que vos siempre de un hijo esperás, estás esperando y esperando que ocurra, y el nivel de frustración empieza a hacerse evidente en el padre y es transmitido directamente al niño", dijo a Telemundo su madre, Susana Acevedo.

La Fundación Fundappas cría, entrena y entrega perros de asistencia a personas con discapacidad visual y niños con trastorno del espectro autista de forma gratuita.

Para Susana, la mamá de Santiago, Ámbar marcó un antes y un después en la vida de su hijo, ayudándolo a superar obstáculos de la vida cotidiana. "Santiago tenía muchas dificultades cuando iba a algún espacio como, por ejemplo, a alguna tienda muy grande, de traspasar los portales. Las puertas de esos portales enormes se abrían y él quedaba trancado en el medio", detalló.

"Con la perra, él trascendía esos lugares sin ningún tipo de problema, hasta que después ya no necesitó de ella como para poder hacerlo. Con el odontólogo también fue una experiencia fantástica. La primera vez que en una turbina le toca la boca, es porque a la perra también le había tocado antes la boca. Es la confianza que le da a ella en el proceso", destacó Susana.

Ámbar no solo fue de ayuda para Santiago, también fue un sostén para sus padres. "Para mí como madre fue aflojar mucho, darme cuenta de que el camino es muy trabajoso, pero yo iba a tener frutos como familia", expresó Susana.

"Él estaba en el preescolar, y vos estás en los grupos de papás, en el preescolar, y es muy frustrante ver cómo están todos los chiquilines en un determinado proceso y el tuyo no. Fue empezar también a ser protagonista, y que él empezó a ser protagonista. Y empezó a ser protagonista hasta el punto de que la perra fue tan protagonista que aparece en el buzo de egresados del jardín", recordó.

Hoy, aunque sin Ámbar, Santiago sigue siendo parte de la fundación desde otro ángulo. Ahora a cargo de Coti, una cachorra de un año, que está en proceso de entrenamiento para el día de mañana poder ayudar a alguien más. "La primera vez que él sale solo y trasciende la reja de casa es con la perra a los pocos días de llegar, que se va a llevarla a hacer sus necesidades a la vuelta de casa de noche y vuelve con ella", subrayó.

"Y ahí dijimos, bueno, acá este es otro proceso nuevo que empieza", aseguró.

Para esta familia, los perros de asistencia son ese estímulo permanente en el que se apoyan para superar retos de la vida cotidiana. "Es absoluta bondad estos perros. Te ofrecen todo. Vos podrás decir, capaz que a cambio de unas simples pastillas. Y, en realidad, es todavía más profundo. Vos les estás demandando, ellos te ofrecen todo, y lo que te piden es permanecer al lado", reflexionó.

¿Cuál es tu reacción?

like

dislike

love

funny

angry

sad

wow