Se resolvió el conflicto de FNC y la planta de Minas reabrirá en agosto con menos trabajadores

El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) confirmó que se selló el acuerdo entre los representantes de Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC) y los trabajadores, por lo que la planta de Minas no cerrará de forma definitiva y su reapertura está prevista para agosto.

El convenio fue aceptado por unanimidad tras una asamblea de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), desde donde destacaron que se logró "un paso fundamental" al mantener el 60% de la plantilla efectiva, tras lo cual falta definir qué ocurrirá con el resto de los trabajadores, que se mantendrían con un seguro de paro rotatorio.

Fernando Ferreira, presidente del sindicato, destacó que la resolución fue por “unanimidad de los casi 1.000 compañeros que asistieron a la asamblea” y, sobre los alcances del mismo, precisó que en primer lugar “se levanta el cierre de la planta Minas”.

Ferreira indicó que la fábrica “vuelve a la actividad a partir del mes de agosto con los primeros trabajadores que se incorporan”, para luego detallar que la producción plena se dará en setiembre.

El representante de FOEB manifestó que se mantendrá el 60% de la plantilla efectiva, mientras el resto aguardará una reubicación. “Para nosotros es un paso fundamental, porque la fábrica se mantiene abierta y eso nos permite seguir peleando por más puestos de trabajo y por más capacidad productiva”, resaltó.

El titular del MTSS señaló días atrás la posibilidad de que exista un “retiro incentivado”, aunque por el momento no hubo avances en ese sentido.

Problemas de competitividad

Vale recordar que la decisión de cerrar la planta de Minas fue comunicada por FNC a principios de mayo por “problemas de competitividad”, al referirse a “los altos costos de producción de Uruguay en comparación con otros países de la región”.

En tal sentido, desde la empresa mencionaron “la creciente importación de latas de bajo costo que llegan a valores imposibles de igualar con las condiciones vigentes para la industria nacional”, junto con “la menor escala de producción local y baja productividad”, así como “la presión fiscal especialmente distorsiva en cervezas retornables”.

Fuente: Ámbito Uy