¿Puede la muerte del presidente de Irán afectar el precio del petróleo?
El mercado suele reaccionar negativamente ante la incertidumbre. ¿Qué pasará tras la muerte de Ebrahim Raisi?
Se sabe, el mercado históricamente ha reaccionado mal a la incertidumbre. Y aunque la muerte del presidente de Irán, Ebrahim Raisi, tendría el potencial de ser una noticia que genera grandes sobresaltos, el precio del petróleo operaba este lunes prácticamente estable.
El crudo Brent, valor referencial de Europa y de las importaciones que realiza Ancap, bajaba 24 centavos a 83,74 dólares el barril esta mañana. Mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) para junio, que vence el martes, bajaba 33 centavos a 79,73 dólares el barril. El contrato de julio, más activo, perdía 28 centavos a 79,3 dólares.
Los restos carbonizados del helicóptero en el que viajaba el presidente iraní, su ministro de Relaciones Exteriores, Hosein Amirabdolahian, y otros seis pasajeros y tripulantes fueron hallados a primera hora de este lunes en unas montañas cercanas a la frontera con Azerbaiyán.
La noticia de la muerte de Raisi, una figura conservadora cercana al ayatolá Alí Jameneí que era considerado su sucesor, aunque tiene el potencial de generar las típicas tensiones en política doméstica en Irán, no fue visto como una amenaza por el mercado por varias razones.
Por un lado, un Irán preso de las sanciones económicas por su plan nuclear difícilmente cambie su política de venta de petróleo. Ahogada financieramente, la postura de la República Islámica ha sido, en los últimos años, la de comercializar todo el crudo que pueda para asegurarse el ingreso de divisas.
A ello se suma que el propio Jameneí rápidamente recortó los riesgos de incertidumbre al anunciar el proceso que seguirá a la muerte de Ebrahim Raisi: el vicepresidente primero, Mohamad Mojber, asumiría el cargo de presidente interino y en 50 días se celebrarán elecciones.
Cabe recordar que en Irán, una república teocrática, el grueso de las decisiones sobre su gobierno queda bajo la égida del ayatolá. Por más que Raisi liderara una presidencia fuerte, esa fuerza emanaba de su relación con Jameneí. En definitiva, su sucesor y las políticas que emprendan se extenderán sobre el campo de acción delimitado por el líder supremo, lo que deja poco espacio para la incertidumbre.
El riesgo menor es, por ahora, que la convocatoria a elecciones desate, como ocurrió en el pasado en Irán, una oleada de protestas reformistas. Pero los analistas dan por descontado que las fuerzas de seguridad y el poder judicial las acallarán velozmente.
"A largo plazo, las consideraciones del mercado se centrarán en las implicaciones para el sucesor de Jameneí y la posibilidad de protestas en torno a las elecciones", consideró Paul Donovan, economista jefe de UBS en Londres.
Un escenario en el que Irán catalogara la muerte de Raisi no como accidente sino como un ataque probablemente hubiera generado otro nivel de incertidumbre en el mercado, aunque por el momento no existen voces en el poder en Teherán que hayan sugerido esa línea de investigación.
Fuente: Ámbito Uy
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