¿Es la gestión del agua un tema de interés para la política uruguaya?
Uruguay vivió la peor sequía del último siglo y una inédita crisis hídrica en el área metropolitana. ¿Qué plantean los partidos para que no vuelva a ocurrir?
Convocados por la Alianza Uruguaya por el Agua (AUA), conformada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y un grupo de empresas privadas, representantes de los principales partidos políticos expusieron coincidencias y matices sobre la administración de este recurso. La experiencia vivida por el país en la última sequía que derivó en una crisis hídrica sin precedentes fue uno de los principales temas debatidos.
El representante del Partido Nacional (PN) y actual subsecretario de Medio Ambiente, Gerardo Amarilla, planteó al comienzo del evento que “Uruguay tiene un cuidado especial con lo que es la calidad del suelo”, pero paralelamente “el elemento más vulnerable que tenemos como países en este nivel es el agua”. “A pesar de la abundancia que tenemos en la región y, especialmente, en el país de agua dulce en todo el territorio, tenemos claramente una vulnerabilidad que la hemos visto hace poco tiempo con la escasez y la calidad. Es un tema que viene desde el principio de siglo, que hizo toda una alerta importante en nuestro país”, afirmó el jerarca.
Amarilla revindicó lo que consideró algunos logros de su gestión en esta área. “En este periodo vamos a llegar del 50 al 72% de cobertura de saneamiento y tratamiento de aguas residuales y la idea es para el periodo que viene a llegar aproximadamente al 90% de todo el interior urbano convirtiéndolo en un tema de equidad, así como Montevideo ya lo tiene, que el resto del país urbano también acceda a este servicio”, afirmó.
Otro tema manejado por Amarilla es el vinculado al abastecimiento de agua. “Planteamos soluciones integrales y colectivas para productores, sobre todo en el interior, estamos hablando del tema del riego, que Uruguay no puede sostener el nivel de producción y el resultado productivo no tiene sin un buen plan de riego y eso va a ser nuestro objetivo principal para el periodo que viene”, planteó.
Por su parte, representando al Frente Amplio (FA), el exdirector nacional de Medio Ambiente Alejandro Nario puso sobre la mesa el camino recorrido por el país a partir de la reforma constitucional que derivó en una ley de aguas, que permitió la consolidación, según dijo, de una política nacional sobre el tema.
“Hay que reforzar ese trabajo. Llegó el momento de aterrizar esos planes en Naciones Unidas y para eso es claro que se necesita un gran acuerdo nacional. Planteamos un gran diálogo por el agua, estamos convencidos que eso es necesario. Es cierto que el Poder Ejecutivo tiene el rol de rectoría, pero estas construcciones si no tienen un fuerte sustento de los actores involucrados en todas sus inversiones, es difícil que puedan perdurar en el tiempo”, afirmó Nario instalando la propuesta del dialogo como central, aspecto que fue bien recibido por los otros integrantes de la mesa.
“No podemos seguir oscilando de crisis en crisis. Hay una crisis de calidad, se toman medidas para la calidad, hay una crisis de cantidad, se toman medidas para la cantidad. Hay que verlo en su conjunto”, insistió.
Por su parte la actual vicepresidenta del FA y bióloga, Verónica Piñeiro, agregó en la misma línea que “en momentos de tomar decisiones profundas para abordar las crisis, muchas veces pueden querer no asumirse costos políticos y eso lleva a que quizás se profundicen las crisis. Entonces este diálogo también aporta y en el marco de poder pensar una política de Estado en torno a lo que es el bien común que es el agua”.
Piñeiro agrego que es prioritario “tener una dirección clara de hacia dónde queremos ir, un plan que es superador de los posibles cambios de gobierno, pensar más en ese sentido como país y construir obviamente los acuerdos sociales, políticos y con todos los actores para poder avanzar hacia eso”.
Desde el Partido Colorado (PC) el ingeniero Andrés Saizar, actual asesor del ministro de Medio Ambiente, Robert Bouvier, hizo referencia al fenómeno de la importante última sequía que afectó al país y lo enmarcó en un “déficit hídrico, un déficit de precipitaciones, que insólitamente duró tres años”. “Ha habido sequías mucho más severas que las de los últimos años, pero de un año. Es un cambio de la variabilidad climática”.
En ese sentido, el asesor ministerial propuso trabajar sobre el concepto de “gestión de la incertidumbre”. “Lo primero que tenemos que hacer es tener buena información de lo que nos está pasando. Después hay que empezar a trabajar sobre medidas contingentes. En Uruguay se hicieron sobre la marcha y funcionaron bien. Se puso agua con un contenido de cloro de sodio más alto que el habitual, se mantuvo en funcionamiento las redes, lo sanitario estaba resuelto. Para generar esa certidumbre, hay que empezar a tomar medidas adicionales”, expresó.
El papel de OSE y sus inversiones, en debate
El lugar que ocupa en la gestión OSE (Obras Sanitarias del Estado) estuvo presente en el debate, con algunos matices.
El representante colorado planteó que “OSE es un organismo que se dedica a construir infraestructura y no a gestionar su negocio”. “Un ejemplo de eso son los proyectos para reducir el agua no potabilizada, todos saben que la empresa tiene una proporción significativa del agua que potabiliza que no la cobra. Ahí aparecen varios motivos para eso, hay algunos que son pérdidas físicas, o sea, agua que se pierde porque los caños son viejos o porque tienen roturas. Hay agua que simplemente no se factura por errores de micro medición y también hay agua que se roba”, denunció el ingeniero que concluyó con esta afirmación: “OSE requiere repensarse”.
Gerardo Amarilla se sumó al planteo. “OSE merecería un fuerte respaldo del Estado en general, con un impulso importante en una recapitalización, asumimos que tenemos que darle un respaldo económico para que no tenga las excusas de falta de recursos para hacer inversiones y extender el cumplimiento de sus servicios”, expresó.
También se refirió al proyecto de construcción de una toma de agua en la zona de la playa Arazatí en el departamento de San José que incluye también una planta potabilizadora, aspecto que ha motivado polémica entre otras cosas por la participación de privados. Lo definió como fundamental porque “va a dar no solamente la toma de agua de otra fuente distinta a Santa Lucía, sino otra planta fortalecida ahora que no es menor y otra línea de bombeo independiente en la que ya tiene agua corriente”.
Desde el el Frente Amplio sus representantes Piñeiro y Nario cuestionaron esta inversión nuevamente y mencionaron la de la posible represa en la zona de Casupá en Florida como una alternativa mas viable.
El director de Alianza Uruguaya por el Agua, Mauro de la Vega, convocante del evento resumió en diálogo con Ámbito la amplitud de posicionamientos de los representantes políticos. “Lo que se busca es generar un vínculo con el sector público para que en el futuro gobierno ver de qué manera podemos colaborar desde el sector privado, además de poner el tema en la agenda. Queremos que no quede la sequía como algo olvidado, como algo que pasó y que no volvió a pasar”.
“El agua es un tema que no está dentro de las prioridades para muchos, pero para otros sí. Y lo que pasó hace un año y este mismo con las inundaciones hace replantearse qué podemos hacer para colaborar”, concluyó el vocero de la organización.
Fuente: Ámbito Uy
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