A un año de la tragedia de Morumbí: la ayuda a familia de Izquierdo y ausencia de Conmebol

Un 22 de agosto, pero de 2024, sucedería uno de los hechos más trágicos de la historia del fútbol uruguayo y sudamericano.

A los 84 minutos del partido que Nacional estaba jugando en el estadio MorumBis (ex Morumbi) contra San Pablo por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, Juan Izquierdo se desmayó repentinamente en el medio de la cancha producto de una arritmia cardíaca.

Rápidamente sus compañeros y rivales se acercaron e ingresaron los médicos, seguidos por la ambulancia. Si bien fue retirado rápidamente y tardó solo 14 minutos en ser ingresado al hospital, el cuadro ya era crítico.

Estuvo cinco días en cuidados intensivos en el Hospital Albert Einstein, hasta que el martes 27 de agosto se confirmó su fallecimiento a causa de una muerte encefálica tras un paro cardiorrespiratorio.

Dos días más tarde, fue velado en la sede social de Nacional ante una multitud de hinchas.

Una de las personas que estuvo presente durante todo momento en San Pablo fue el entonces dirigente Fernando Brusco, quien hasta hoy continúa acompañando a la familia del futbolista.

Brusco, junto a Pablo Durán, han ayudado a la familia en temas de papeleos: “Hubo cosas que solucionar, como la inscripción de Juan Felipe [el hijo de un año de Juan], la sucesión, el reconocimiento de la paternidad, la unión concubinaria”.

“Era un pilar para toda la familia”, dijo en diálogo con el programa La mañana del fútbol de radio El Espectador Deportes, y añadió: “Hay que reconocer a una gran cantidad de gente que ha estado cerca”.

Con respecto a la ayuda económica que ha recibido la familia, detalló: “Nacional está cumpliendo con el convenio de la Mutual Uruguaya de Futbolistas para que la familia tenga un respaldo económico importante”.

Selena, esposa de Juan, “sabe que levanta el teléfono y puede hablar con cualquiera, el club está totalmente receptivo y a la orden”.

Y sobre la Conmebol, aclaró que “nunca había prometido determinadas cosas”. “Nadie esperó porque no estaba en los planes. Capaz que hubiese sido más importante que vinieran a dar un abrazo”, señaló.

“Hizo un homenaje, en lo personal, que no fue en el momento indicado, pero nunca se había comprometido”, ahondó.

Por último, Brusco destacó la presencia constante de Diego Polenta y de Mateo Antoni, quien, además, es el padrino de Juan Felipe Izquierdo, que el pasado sábado 16 cumplió un año.

Antoni, que se convirtió en un gran amigo de Izquierdo tras haber compartido plantel en Liverpool y luego en Nacional, aseguró que “ha sido difícil; no hay momento en que no lo piense”.

Su primer partido tras el hecho, que fue justamente contra el Negriazul, “fue algo devastador, no tenía ganas de estar ahí”, pero “después entendí que tenía que seguir; él siempre me decía que le meta fuerza”.

“Se hace un poco difícil hablar con la familia, porque yo también estoy pasando por un mal momento”, pero “tratamos de estar lo más cerca posible y ayudar”, indicó en Minuto uno de radio Carve Deportiva.

Y cerró hablando de la ausencia de Conmebol en este año: “Más allá de lo económico, son las formas. El presidente no estuvo en el velorio y lo ameritaba; a los dos días estuvo en otro evento, eso molestó. Va en lo moral”.

Este viernes se realizará un homenaje a Juan Izquierdo en la ciudad deportiva de Los Céspedes. La ceremonia será íntima y asistirá el plantel de Nacional, dirigentes y familiares del jugador.

Fuente: Fútbol Uy