La cumbre entre Putin y Trump quedó en la nada: no hay acuerdo y la guerra sigue
El 15 de agosto de 2025, tuvo lugar en Anchorage, Alaska, una cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Este encuentro, promovido como un esfuerzo para abordar la guerra en Ucrania, y explorar posibles vías hacia la paz, finalizó sin acuerdos concretos y fue considerado por […]
“Logramos un gran progreso hoy… Tuvimos una reunión sumamente productiva y se acordaron muchos puntos», dijo Trump
El 15 de agosto de 2025, tuvo lugar en Anchorage, Alaska, una cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Este encuentro, promovido como un esfuerzo para abordar la guerra en Ucrania, y explorar posibles vías hacia la paz, finalizó sin acuerdos concretos y fue considerado por diversos analistas como un evento mayoritariamente performativo.
Se percibió como una oportunidad fotográfica sin sustancia real que, al final, quedó en la promesa de una paz que parece tardar en llegar, y con resonante ausencia de Ucrania, como parte invadida y directamente afectada.
La cumbre fue propuesta por Putin a través de canales diplomáticos el 8 de agosto de 2025, y Trump respondió con celeridad, describiéndola como una «reunión para sondear». Trump, quien había prometido resolver la guerra en Ucrania «en 24 horas» durante años, reconoció el 14 de agosto que solo había un 25% de probabilidades de éxito.
La elección de Alaska como sede fue simbólica, debido a su proximidad geográfica a Rusia y una historia compartida que data de la Segunda Guerra Mundial. La exclusión de Ucrania y la Unión Europea generó críticas por parte de Kyiv y Bruselas, quienes se sintieron marginados al no ser invitados a este encuentro, como si no tuviesen nada que decir.
Trump enfatizó que no se tratarían «negocios» hasta que cesara la guerra, aunque insinuó que podrían discutirse futuros temas económicos. Por su parte, Putin buscaba ganar legitimidad diplomática y alivio en las sanciones mientras continuaban los ataques rusos en Ucrania. Volodímir Zelenskyy, presidente ucraniano, se había negado a aceptar cualquier propuesta de «intercambio de tierras» que Trump había mencionado previamente.
Hora a hora de la fallida cumbre entre Putin y Trump
Llegada de los líderes (Alrededor de las 12:00-13:00 EDT):
Trump y Putin arribaron a Anchorage por separado. Trump fue el primero en llegar, describiendo la reunión como un «esfuerzo por la paz». A Putin se le ofreció una alfombra roja y fue recibido con un sobrevuelo de cazas F-22 estadounidenses, un gesto poco común hacia un líder acusado de crímenes de guerra por la Corte Penal Internacional (CPI). Ambos líderes se estrecharon las manos y posaron para fotografías bajo un cartel que decía «Pursuing Peace».
Reunión privada (Alrededor de las 13:00-16:00 EDT):
El encuentro comenzó con un desplazamiento en la limusina blindada de Trump, sin asesores ni traductores iniciales. Esta medida generó preocupaciones sobre la falta de transparencia. Posteriormente, se unieron delegaciones limitadas para discusiones formales. Se abordaron principalmente temas como la guerra en Ucrania; Trump presionó por un alto al fuego, mientras que Putin insistió en la «seguridad de Rusia».
También se trataron asuntos relacionados con la cooperación en el Ártico e inversiones empresariales potenciales. No se revelaron detalles específicos de las discusiones, pero ambos coincidieron en que hubo «acuerdos en la mayoría de puntos» y «desacuerdos en otros».
La conferencia de prensa conjunta, que tuvo lugar alrededor de las 16:00-16:15 EDT, se extendió por solo 12 minutos. Putin habló durante 8 minutos, refiriéndose a la «seguridad rusa» y la OTAN, mientras que Trump intervino por 4 minutos, elogiando las conversaciones como «productivas» y «excelentes». Putin extendió una invitación a Trump para futuras discusiones en Moscú.
Durante la conferencia, no se permitió a la prensa realizar preguntas, a pesar de los intentos de los periodistas occidentales. Trump dio a entender que contactaría a líderes europeos, aunque sin compromisos firmes. La cumbre concluyó abruptamente, sin que se llevara a cabo la cena anunciada. Putin regresó a Rusia y Trump asistió posteriormente a un evento en Fox News.
A pesar de las declaraciones optimistas y los calificativos positivos, la cumbre no produjo resultados tangibles. Diversos analistas y medios internacionales señalaron que se trató de un evento vacío, centrado en la imagen y la apariencia de ambos presidentes que buscan, cada uno, por sus distintos motivos, fortalecer sus imágenes hacia sus ciudadanías.
Expertos en geopolítica consideraron la reunión como un espectáculo mediático destinado a legitimar la imagen de Putin en suelo estadounidense, con el desfile de gestos simbólicos y poca sustancia real. Trump, además, aprovechó la oportunidad para recaudar fondos en campañas por correo electrónico, priorizando la imagen y la estrategia política en lugar de esfuerzos diplomáticos genuinos.
La exclusión de Ucrania y la no participación de sus aliados europeos dejó un vacío importante en las negociaciones. Zelenskyy, presidente ucraniano, fue claramente marginado y Trump solo prometió que «llamará a Zelenskyy después de la reunión».
La Unión Europea criticó la falta de inclusión, apuntando que sin la participación de las partes directamente involucradas, cualquier acuerdo sería legítimamente débil.
No se anunció un alto al fuego formal ni una propuesta concreta para el intercambio de territorios, ni se indicó el fin del conflicto. Putin mantuvo su postura inamovible en demandas clave, como la desmilitarización de Ucrania y su exclusión de la OTAN, mientras que Trump evitó presiones inmediatas con sanciones.
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