Hong Kong inicia tres días de duelo tras el incendio que dejó 128 muertos

Multitudes se acercaron este sábado a los alrededores del complejo residencial Wang Fuk Court, en Tai Po, para rendir homenaje a las 128 víctimas del gigantesco incendio que arrasó siete de los ocho rascacielos del conjunto. Entre flores, mensajes y silencios prolongados, cientos de personas expresaron su conmoción ante la tragedia más grave que vive Hong Kong desde 1948.

"Te sentís tan pequeño. Y no hay mucho que puedas hacer", dijo Vinchi Chan, dueño de un restaurante a AFP que aseguró no haber dormido desde el incendio. A su lado, su hija de cinco años lo acompañaba mientras pedía una investigación profunda para que se determine quiénes deben rendir cuentas.

El jefe ejecutivo de Hong Kong, John Lee, encabezó por la mañana un momento de silencio frente a la sede del gobierno. En toda la ciudad, las banderas de China y Hong Kong flamearon a media asta.

Mientras tanto, para muchas familias el duelo todavía no empezó. Con 44 cuerpos sin identificar y unos 150 desaparecidos, decenas de personas continuaban recorriendo hospitales y centros de identificación. En Sha Tin, una mujer de 38 años buscaba desde el jueves a su cuñada y a la hermana gemela de esta: "Todavía no las encontramos. Vamos de hospital en hospital esperando buenas noticias", dijo a AFP entre lágrimas.

El viernes, el organismo anticorrupción detuvo a ocho personas vinculadas al incendio, entre ellos consultores, subcontratistas de andamios y un intermediario del proyecto. Las primeras investigaciones apuntan a que el fuego comenzó en los niveles inferiores, donde las mallas plásticas de obras y paneles de espuma “altamente inflamables” facilitaron la rápida propagación de las llamas. A su vez, los sistemas de alarma de los ocho edificios funcionaban mal, según admitió el jefe de bomberos, Andy Yeung.

El jefe de Seguridad, Chris Tang, no descartó que se encuentren "más restos" cuando la policía ingrese a los bloques para recolectar evidencia. Más de 40 personas siguen hospitalizadas, once de ellas en estado crítico y 21 en estado grave.

Se trata del incendio más mortal en más de 75 años. Aunque en las últimas décadas Hong Kong había logrado reducir drásticamente los siniestros fatales gracias a mejoras en las medidas de seguridad, esta tragedia expuso fallas severas en el control de riesgos en edificios en renovación.

Unas 800 personas afectadas recibieron alojamiento temporal. El gobierno anunció un fondo de 300 millones de dólares hongkoneses (unos 38,5 millones de dólares) para asistencia. En la zona se instalaron puestos con ropa, alimentos, artículos básicos y cabinas de apoyo médico y psicológico para los damnificados.