El contacto piel a piel tras el parto, una práctica interrumpida por rutinas médicas

El contacto piel con piel entre un recién nacido y su progenitora es cada vez más habitual, de hecho las guías internacionales enfatizan en su práctica. Sin embargo, según una investigación estadounidense este proceso muchas veces se ve interrumpido por procedimientos de higiene, pesaje y revisión del bebé.

El análisis de 7000 parejas de bebés y madres, encontró que el contacto piel con piel en las primeras horas tras el parto aumentan las probabilidades de lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé.

Es más, alrededor del 75% de los bebés que tienen contacto piel con piel se alimentan de leche materna en exclusiva al mes de vida, cifra que desciende al 55% en aquellos bebés que no tuvieron contacto piel con piel.

También se encontró que esta práctica ayuda a los bebés a adaptarse a la vida fuera del útero, está vinculada a mejores niveles de glucosa en sangre, regula la temperatura corporal, reduciendo el estrés y el llanto y favoreciendo las actividades vitales como la respiración y la frecuencia cardíaca.

Otro de los datos destacados del estudio se refiere al tiempo y encontraron que los beneficios son mayores luego de una hora o al menos hasta la primera toma del bebé.

Contrario a lo que se cree, el contacto piel con piel también reporta los mismos beneficios en bebés prematuros en tanto el cuadro no revista gravedad.

Los investigadores indicaron que este estudio abre una nueva línea de investigación sobre las madres, ya que la evidencia en expulsión de placenta y reducción de hemorragias postparto aun es muy baja, pero no se descarta que este procedimiento también genere beneficios para la gestante.